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JUANA GALLEGO AYALA (2016)

"Solo la concienciación de las personas, hará que el contenido cambie."

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Juana Gallego Ayala é profesora na Universidade Autónoma de Barcelona e especialista en xénero de comunicación. Realizou numerosos traballos sobre a relación entre os medios e a figura da muller como o libro De reinas a ciudadanas: Medios de comunicación, ¿motor o rémora para la igualdad? (2013).

En su obra “Eva devuelve la costilla”, habla de una prensa escrita desde un “nosotros” masculino en contraposición a un “ellas” femenino. ¿Cree que esto es en parte debido o lo fue debido á que la presencia masculina en las redacciones fuese mayor que la feminina?

No sólo porque hubiera más hombres en las redacciones, que también, sino porque en sí el mismo discurso que se elabora es el discurso de lo público, lo considerado importante, el mundo de las actividades que se realizan en la esfera pública, y esa esfera por historia y tradición había estado reservada a los hombres. Por tanto, el discurso que se vehicula a través de los medios es el discurso del sexo hegemónico, relegando todo lo femenino y sus actividades a la esfera privada, y, por tanto, sin reflejo en los medios.

1.

En la actualidad, el número de periodistas mujeres ha aumentado mucho pero seguimos viendo en la prensa escrita noticias con un claro sesgo sexista ¿cree que quizás estas periodistas siguen “autocensurándose” por que creen que no les dejarán que se publiquen de otra manera; que simplemente lo hacen automáticamente, imitando el estilo periodístico de otras noticias o que ni siquiera se han planteado el hecho de que esas noticias están sesgadas? ¿Cree que la sociedad en la que vivimos nos influye tanto pero a la vez de manera tan velada que aún hoy en día hay periodistas mujeres que escriben o publican de esta manera sin saber que están sesgando la información? Y en el caso de periodistas hombres, ¿cree que en la mayoría de los casos, cuando escriben o publican en un diario este tipo de informaciones, son conscientes de su error?

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2.

Relacionado con la respuesta anterior, no es que haya un error, es que los mecanismos, rutinas, procedimientos empleados para elaborar el discurso periodístico está firmemente anclado en esta división de espacios de la que hablo en la pregunta anterior. Entonces las mujeres se incorporan a estos ámbitos y asumen la cultura profesional dominante en ellos. Por otra parte, el androcentrismo (o punto de vista desde la hegemonía del hombre blanco, occidental, adulto ) hace aparecer como “neutro” el discurso elaborado por los medios, porque “el hombre” ha sido el universal, mientras que la mujer ha sido “lo particular”. Por ello, los periodistas creen que ellos no escriben o ven el mundo “sesgado”, sino que creen que es la única manera posible de transmitir e interpretar la realidad.

3.

En el ámbito de la prensa deportiva, este mal tratamiento de la información del que hablamos es aún mayor. ¿A que cree que es debido? ¿Después de tantas reivindicaciones y en pleno siglo XXI porque siguen apareciendo noticias en las que se comenta la belleza de una tenista en vez de sus cualidades como deportista? ¿Cuál cree que es la solución?

Claro, si la prensa informativa general ya tiene un “sesgo androcéntrico” importante, como te comentaba antes, la prensa deportiva aún lo tiene más, puesto que el deporte es el ámbito masculino hegemónico por antonomasia. Las mujeres se han ido incorporando a la práctica deportiva cada vez más, pero “el futbol” sigue siendo el masculino, mientras las mujeres siempre tienen que aparecer como: “la liga femenina”, “el equipo femenino de básquet”, “las chicas del waterpolo”, etc. Por esta razón de que el centro del discurso lo ocupan las actividades masculinas.

Las mujeres, procedentes de una esfera ajena al ámbito deportivo son por tanto las “convidadas” “las otras” y se las observa más como objeto (de ahí el interés por su físico, su aspecto, su belleza, su trasero, su pecho, etc.) que como sujetos de pleno derecho.

¿Solución? Que el discurso periodístico entienda que el deporte femenino no es “menor” o secundario o subordinado al masculino, sino que es un deporte de la misma categoría y tiene que ser contemplado en igualdad. Pero eso es difícil de que lo entiendan los medios y la sociedad en general.

4.

En el caso de los hombres, en su libro aparece una clara clasificación de la reacción que tienen con respecto al feminismo. ¿El hecho de que la figura masculina o la visión que la sociedad tiene de ella no haya cambiado a lo largo de la historia hace difícil la aceptación de estas nuevas reivindicaciones del feminismo?

Creo que actualmente hay un recrudecimiento de las actitudes patriarcales precisamente porque los varones se sienten amenazados por los logros y los avances femeninos. De ahí esos furibundos ataques contra las feministas, a las que denominan “femi-nazis” y otras lindezas. Hay muchos hombres que asumen que ya no son “el centro del universo”, pero aún hay muchos más que tienen miedo de perder ese lugar privilegiado, que no saben qué puede sustituirlo, no saben como relacionarse en igualdad con las mujeres, porque siempre ha habido una asimetría entre un sexo dominante y otro subordinado. Cambiar esa asimetría es muy difícil y aún falta mucho para que se pueda deconstruir este estado de cosas. Todos y todas tendremos que cambiar nuestros patrones de comportamiento para adaptarnos a un nuevo mundo que se va a regir por otros patrones, aunque todavía no esté muy claro cuáles van a ser esos nuevos modos de relación entre hombres y mujeres.

5.

En su libro Mujeres de papel, habla de la prensa considerada tradicionalmente femenina. Este tipo de revistas (al igual que otras publicaciones, medios etc.) posicionan al lector o lectora de una determinada forma frente a la sociedad, ¿cree que la postura que adopta un lector asiduo de este tipo de prensa contribuye a la desigualdad de género? Si bien es cierto que el ámbito privado ha estado tradicionalmente reservado a las mujeres poco a poco van apareciendo publicaciones pertenecientes a este ámbito dirigidas a hombres, ¿es esto un aspecto positivo? ¿Cree que llegará un momento en el que se equilibre la balanza?

Las publicaciones femeninas han sido el otro gran discurso elaborado para la otra esfera, es decir, la privada, mayoritariamente ocupada por las mujeres. Han sido una herramienta ideológica, claro, aunque también han recogido aquellos aspectos que dejaba fuera la prensa centrada en lo público -como te comentaba en la pregunta 1-. Lo que ocurre es que con el capitalismo avanzado en el que vivimos estas revistas se han convertido solo en un catálogo publicitario, y han dejado atrás su funciónde “vehiculadora” de contenidos de interés para las mujeres.

La prensa masculina, por su parte, no me parece que vaya a hacer cambiar estos planteamientos. En algunos casos son muy machistas, y desde luego no proponen un nuevo modelo de masculinidad, ni hacen crítica de la masculinidad tradicional, ni reflexionan sobre lo que representa ser hombre en este nuevo contexto social. Son también soportes publicitarios para vender productos dirigidos a ellos, y por lo que las conozco, veo que siguen reproduciendo un discurso muy convencional sobre las mujeres, el sexo, etc. No creo que de ellas pueda esperarse que deconstruyan la heteronormatividad dominante.

6.

¿Considera necesaria la creación de un manual de estilo para evitar este tratamiento sesgado de la información?

Ya existen manuales, recomendaciones, etc. no hace falta más. Los medios son muy reticentes a que se les diga lo que tienenque hacer y cómo reflejar la realidad. Solo la concienciación de las personas, el ver que se alejan de los intereses de la sociedad o aceptar que no recogen adecuadamente los intereses del 50% de la población (o lo recogen poco y mal), hará que el contenido cambie. La ayuda de mujeres feministas concienciadas puede ayudar, pero no es suficiente.

7.

Los medios de comunicación son un espejo de la sociedad y a la vez conforman la opinión pública. En el proceso de lucha por la igualdad de géneros, ¿diría que están siendo de ayuda o todo el contrario? Actualmente son quizás parte del problema pero, ¿podrían llegar a ser parte de la solución? ¿Está el público de nuestro país preparado para un periodismo feminista?

No, no creo que la sociedad esté preparada para un periodismo feminista. Hay sectores, importantes, que sí, pero en general cuando se dice “periodismo feminista” los hombres se echan a temblar, como si las mujeres fuesen a dar la vuelta a la tortilla, como se dice vulgarmente.

Los medios tienen que adoptar posturas políticas valientes: por ejemplo, plantearse que no van a poner determinados tipos de información, o reflejar a las mujeres como sujetos de la acción, y no como objetos, o no incurrir en sanciones de género sutiles, o darse cuenta que los grandes problemas de las mujeres ( laborales, económicos, sexuales, de conciliación, de representación, de violencia de género) son políticos, y no solo anecdóticos. Tienen que hacer una reflexión según la cual acepten que han reflejado un mundo distorsionado y que hay que abrir la mirada a otras realidades, a otros ámbitos, con amplitud de miras.

JUANA GALLEGO AYALA (2018)

"Vivimos un momento importante de revitalización del feminismo"

¿Por qué ha tenido tanta repercusión el caso Weinstein en contraposición con casos similares anteriores? ¿Hay alguna razón a parte del elevado número de víctimas, de que Weinstein fuese un conocido productor y del hecho de que sus víctimas fuesen famosas?

Es muy posible que el hecho de que las personas a las que acosaba el productor Harvey Weinsten fuesen famosas y reconocidas haya hecho que se le diese más visibilidad que si fuesen personas deconocidas. Aquí hay todos lo elementos que pueden interesar a los medios: notoriedad del acusado, poder, personas famosas, etc. Pero eso no le quita mérito a que se hayan atrevido a alzar la voz contra un personaje que era muy poderoso.

1.

Algunos teóricos hablan de un clima favorable al feminismo que ha llegado para quedarse mientras que otros afirman que se trata de una moda pasajera, ¿este fenómeno ha hecho que la opinión pública se haya interesado más por el caso Weinstein?
Yo creo que vivimos un momento importante de revitalización del feminismo, y no solo por el movimiento MeeToo, Cuéntalo, Times Up u otros, sino porque a nivel global las mujeres están bastante enfadadas y cansadas de que tantos años después de haber una igualdad formal, aún sigan existiendo los mismos problemas, si no más, que hace 30 o 40 años. Las jóvenes de hoy no se conforman ya con buenas palabras. Quieren hechos y soluciones. Por tanto no creo que sea una moda pasajera, sino que el feminismo ha recogido lo que ha sembrado durante estas últimas décadas y a partir de ahora creo que habrá que contar con este movimiento y las nuevas demandas que ha planteado, como la violencia, la cosificación, la brecha salarial, etc. etc. sí, puede que el caso del Meetoo haya servido para dar visibilidad a estos problemas de acoso, pero es porque las mujeres no están dispuestas ya a tolerar lo que ha sido “normal” durante años: que los hombres abusaran impunemente del cuerpo de las mujeres, y que éstas tuvieran que transigir para no perder trabajos, oportunidades, promoción, etc.

2.

En la entrevista anterior me decía que nuestra sociedad no estaba preparada para un periodismo feminista, ¿ha cambiado esta situación? ¿Podemos afirmar que tras el escándalo Weinstein estamos más cerca de una igualdad real o todo lo contrario?

Yo creo que hasta ahora los medios han sido más una rémora o un obstáculo para el cambio, pero que ahora han empezado a darse cuenta de que no pueden seguir abordando los problemas de las mujeres de la misma manera que antes, o bien minimizándolos, o haciendo un tratamiento estereotipado.Los medios tienen un reto: o seguir reproduciendo los mismos esquemas de siempre, o apostar por dar un vuelco a la información y tomarse los problemas de las mujeres y sus luchas en serio. Creo que el escándalo Weinstein no será determinante para que haya otro abordaje, pero sí que ha servido para que la información sea más cautelosa y emerja un tema que hasta ahora era tabú.

3.

En general, ¿considera que el tratamiento de la información realizado por los medios en este caso ha sido mejor o peor que en casos anteriores?
Creo que el tratamiento ha sido más positivo para las víctimas. Tradicionalmente cuando había denuncias de este tipo casi siempre la “sospechosa” era la mujer que denunciaba. Me parece que ahora los medios son más cuidadosos, y de entrada no absuelven a los supuestos acosadores, sino que al menos dan un voto de confianza al hecho de que las mujeres se hayan atrevido a denunciar. Ya no se acusa tan fácilmente de que haya denuncias falsas, sino que se empieza a otorgar credibilidad a las denunciantes: y eso ya es un paso importante.

4.

Las redes sociales, los movimientos #timesup y #metoo han ayudado a que muchas mujeres compartan sus experiencias. ¿Es esto algo positivo o se puede caer en banalizaciones? ¿Cree que puede resultar peligroso para las víctimas o sus defensoras?

Hace tanto tiempo y ha sido un tema tan invisibilizado, que el hecho de que las mujeres hayan empezado a denunicar los acosos, las agresiones, los abusos, violaciones, etc. es muy importante, porque lo primero que se ha perdido es el miedo a ser la sospechosa. A los que hay que repudiar es a los agresores, que son los responsables de cualquier agresión. Que cambie la percepción de esto es muy importante, y eso se logra creando un clima social en que las mujeres sean creíbles, y que poco a poco se vaya acabando con una práctica social -el acoso, abuso, agresión- a la que no se le daba importancia. Las mujeres han dicho basta, y eso creo que cambiará la percepción social de ahora en adelante. Hay que denunciar estos comportamientos hasta que quienes se tengan que avergonzar sean los agresores, no las mujeres que denuncian.

5.

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